[kəm'plaɪənt] acatador, conformista, obediente

viernes, 27 de julio de 2007

Un dia sick

Una de las cosas que mas me gusta del los contratos irlandeses (ademas del salario ;-)son los días sick. Esos 6 días (oficiales y pagados) que tienes para ponerte malo al año, y que al final se convierten en días de papeleos y trámites.
La primera parada fue una visita a la Embajada Española, el motivo ya os lo contare otro día, pero lo único que tuve que hacer es llegar allí, que me viesen, enseñarle mi carné y firmar un documento que podía haber firmado en mi casa hace 2 semanas. Pero la presencia física (no hace falta ni siquiera que hables) era imprescindible para continuar con los papeleos. Hasta aquí me persigue la (inoperante) burocracia española.
Aprovechando que estaba en el "city centre" con Elena, aprovechamos para pasar por la oficina del Halifax, a ver si tenían a bien hacernos una cuenta corriente de esas que tienen un 10% de interés sobre el saldo positivo de tu cuenta. (Algo impensable en el mercado financiero español) Y no quiero pensar en el interés de la cuenta de ahorro!! Aunque no soy el más experto financiero, creo que la situación financiera irlandesa seria otro post muy interesante.
Como ya se hacia tarde, y había que esperar mas de media hora hasta el próximo autobús que nos llevase a Tyrrelstown, optamos por comer en el centro. Y nos dirigimos a un "autentico" restaurante chino, no porque los otros restaurantes no tengan buena comida china, sino porque allí comían los propios chinos, y el menú estaba en un bilingüe chino/inglés. Hay que reconocer que el sitio rozaba lo cutre, una gran habitación abierta, con las paredes blancas, solo salpicadas por algún que otro elemento decorativo con letras chinas en forma de farol (me hubiera encantado saber que ponía allí) o por algún póster descolorido con las maravillas turísticas del país del Gran Dragón. Por desgracia, la cultura china también llegaba hasta los servicios, que no te traían a la mente la palabra higiene cuando entrabas en ellos. Una amiga me recomendó este restaurante para comer un plato que, cuando llego el momento, no me acordaba. Así que cogimos la carta y después de pasar el pollo y el cerdo (por motivos obvios), echamos un vistazo a la carta. Lo de "un vistazo" es un eufemismo, porque yo me tuve que concentrar mas que si estuviese leyendo un examen. Al final Elena se decidió por pato con bambú y yo (para no arriesgar mucho) pedí unas gambas (rey?) al curry, o eso entendí. La comida estaba muy buena y era abundante. Así que aunque el sitio no era "elegante", no nos quedamos con hambre, cosa que esta ciudad es un punto a favor muy importante, y todo ellos por menos de 15 euros.

La vuelta en autobús estuvo acompañada por su correspondiente siesta (el camino ya le he visto muchas veces) hasta que llegamos a la ultima parada. Una vez allí fuimos al SuperQuinn a comprar la cena, para evitar salir luego...aunque al final no lo evitásemos :(
La tarde se lleno con un par de capítulos de la tercera temporada de Lost y la visita de Kuba al salon, para ver si la tele y la consola estaban libres y el podía seguir con su imparable lucha contra el crimen organizado de Liberty City.
Después, Elena me requirió para ir a comprar los ingredientes que faltaban para preparar una ensaladilla rusa para la fiesta internacional de las comidas, que habían preparado en la oficina. Básicamente, consiste en que cada uno lleva un plato típico de su país, y así todos probamos de todo y es mas divertido. Así que saque a Kuba de su juego y le dije que teníamos que ir a hacer una misión real, ir a comprar los ingredientes para la cena.Una vez en la zona comercial de Tyrrelstown, nos dividimos las misiones, Kuba iría al SuperQuinn a por la cerveza Tuborg y yo entraría en el Lidl a buscar lo que Elena había escrito en la lista. El primer paso fue en falso, pues de repente me vi entre las dos puertas del supermercado, con una carro que tenia la rueda completamente bloqueada. Como pude, fui saliendo "marcha atrás", pues es una callejón de sentido único. Tras conseguir un nuevo carro que funcionase correctamente, entre en el supermercado, y lo primero que vi fue una camioneta de barro que tenia una planta dentro, de la que Elena se había encaprichado la primera visita, y que era la ultima. Así que allí me fui de cabeza a por la planta, y cuando casi podía sentir que la tenia en la mano, de repente una mano salio del lateral de una abuela y cogio la planta. No puede ser!! , solo por un segundo, ya casi la tenia en la mano!!...al final resulto que la mujer era la típica que lo coge todo y lo soba todo, pero que al final no compra nada. Y en esta ocasión, me alegre. Así que con mi "flower-van" (florneta??) me dispuse a comprar el resto de los productos.
Habitualmente no vamos a comprar al Lidl, así que me sorprendió mucho el tipo de gente que había, completamente diferente de los habituales del SuperQuinn que esta justo enfrente. La segunda parada fue en este segundo supermercado, para comprar cerveza, pues Kuba no encontró la Tuborg pues estaba acabada, así que decidió coger una de la Republica Checa, y tengo que reconocer que estaba bastante buena.
Con nuestro cargamento volvimos a casa, y lo que iba a ser una cena para tres, se convirtió en cena para cuatro, pues el otro compañero de casa, prefirió quedarse hablando de todo un mucho y no ir al cumpleaños de su compañero de trabajo.
La cena se baso en picoteo de jamón y salmón acompañado de una suculenta ensaladilla rusa. Si es que cuando nos ponemos a ser elegantes, mejor que en un restaurante...

Y esto es todo lo que da de si un día sick que había sido reservado desde las 11 de la noche del día anterior. De acuerdo a las instrucciones de la agencia (de contratación) hay que avisar de que no vas a trabajar, por lo menos, una hora antes...pero no te dicen cuanta es la máxima antelación...
Me arriesgué...porque tampoco me preocupa mucho lo que me pueda pasar en el trabajo...por eso me ha sorprendido (aún mucho mas) lo que me ha pasado hoy en la oficina...

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