El primero de agosto siempre ha significado vacaciones para millones de españoles, y aunque desde la distancia nos empeñamos en romper con muchas de las tradiciones ibéricas, mis compañeros de casa no se han podido resistir a cogerse unas merecidas vacaciones. Y hoy tempranito han salido los 4 habitantes de la casa camino de la "madre patria" (chunda tachunda tachunda chunda...)
Así que se ha quedado una enorme casa bajo mi responsabilidad y para mi disfrute. La verdad es que me sobra sitio por todos lados y en esta primera noche, el silencio que envuelve todo se me hace incómodamente confortable, menos mal que siempre me quedan los delinqüentes para hacerme compañía.
Acostumbrado a las cenas de 5 personas, el cenar sólo en la cocina ha sido una experiencia completamente nueva, y para celebrarlo me he decidido por una receta argentina, fusillis al vino tinto.
Así que durante 6 días seré el amo, el dueño (y el único) de mi casa.
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