Wiikend

El viernes por la noche, una simple visita de Kuba por casa cambió todo el fin de semana. Trajo la maravillosa Wii que les han dado a cada uno de su equipo por haber conseguido unas estadísticas del 100%. Si ya sabía yo que me había equivocado de empresa :-(
Oh que invento!! Es maravillosa...Por fin he encontrado la consola a la que puedo jugar contra mi novia...Después de probar sin éxito la PS2 y la Xbox infructuosamente, por fin decidió aceptarme un reto en la Wii.
Aunque ahora me arrepiento, menuda paliza me metió a los bolos!! Y yo me desquite con el baseball.

Este fin de semana también he descubierto un punto positivo a la larga lista de las ventajas de tener novia. Y es que solo por poner el seguro a su nombre, la diferencia son 400 € más barato...así que ya sabéis!
Y por fin ya tengo coche y encima tiene seguro...asi que solo puedo decir...
Bye, bye DublinBus!! (debi hacerlo hace tanto tiempo).

Los de la "S amarilla" no me han llamado, pero aun tengo la esperanza de que rechacen el trabajo todos los de la lista y me necesiten. Mientras hay vida, hay esperanza, dicen por ahí, pero la razón se encarga de recordarme lo contrario...

Y dentro de un fin de semana raro y especial, algo mas que añadir a la lista fue la visita que hicimos al Cruiser, el bar de Tyrrelstown, donde tenían actuación en directo...y la primera sorpresa fue escuchar esta canción según entraba por la puerta, y por eso os la dedico.

Cuando encontramos un sitio cerca de la pista de baile que no era mas que el espacio que quedaba entre las mesas en la zona mas cercana a la orquesta. La improvisada pista estaba llena de mujeres irlandesas de media edad, alguna chicas que se acercaban a bailar de la fiesta de 21 cumpleaños que celebraba una chica y habia también una chica rubia con una preciosa melena que le llegaba mas abajo de los hombros. Habia pasado ya de la treintena, pero tenia la gracia del vino de crianza, reposado, que le sientan bien los años.
Elena quería bailar asi que se acerco a la improvisada pista, y empezó a sonar el "Hips don´t lie" de Shakira, asi que la salsa empezó a fluir por todo el bar, y allí estaba una latina andaluza dando rienda suelta a las caderas con un movimiento y una gracia que solo pueden traspasar lo genes. Así que en poco rato las dos se pusieron a bailar juntas mientras los demás contemplábamos el espectáculo. Cuando acabó la canción, Elena volvió a la mesa, sedienta, a seguir bebiendo de su cerveza. La rubia, después de saludar a su novio, que estaba en la mesa detrás de nosotros, vino a felicitar a Elena por su baile, y en una pequeña charla/presentación, nos enteramos que su hermana llevaba un par de viviendo en Torrevieja.
Así que una vez roto el hielo, la rubia me invitó a bailar. Elena me había comentado un par de veces de su estado etílico, pero yo sólo podía ver los dos enormes ojazos azules con los que me miraba, así que muy amablemente decliné su invitación. Por 3 veces...y es que, como yo no se bailar, a galeras a remar.